miércoles, 27 de mayo de 2009

Un debate urgente


Controversia. Esa es la palabra que se le viene a la cabeza a cualquiera cuando sale a la palestra el debate sobre la viabilidad del modelo actual de la Seguridad Social. Hace algo más de un mes podíamos escuchar la recomendación de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, de alargar la edad de jubilación y el periodo de cálculo de las pensiones, a la que siguieron múltiples declaraciones, las más criticándolas, las menos defendiéndolas.

Si algo tengo claro, es que a la vista de una pirámide de población como la que tenemos ni yo ni mucha de la gente que conozco cobraremos una pensión del estado. Con ella, queda claro que el modelo actual es total, completa y absolutamente insostenible. No hay sistema de reparto que aguante esta situación sin permitir la libre circulación de personas, medida que dudo que se aplique (aunque cabe recordar que esta, junto al libre movimiento de bienes y capitales, es la base del liberalismo económico ¿A cuantos lideres liberales y capitalistas se les ha olvidado este punto...?). Por ello, es muy importante que, pese a que este sea un tema que incomoda al gobierno, sindicatos y otros segmentos de nuestra sociedad es imprescindible abrir este debate y hacerlo lo antes posible, ya que cuanto más tiempo pase, menor será la capacidad de reacción de nuestro sistema.

Y ante esta situación, caben varias posturas. Una de ellas es la mantenida tanto por el gobernador del BdE como por otros sectores: parchear el actual sistema para llevarlo lo más lejos posible en el tiempo. Partiendo de la base de que el modelo es insostenible, no me parece una buena idea. Creo que la mejor solución para un problema es, siempre, atacarlo de raíz y no alargarlo con soluciones que funcionan hasta que dejan de hacerlo. Eso sin mencionar factores como el hecho de que en ciertos sectores económicos (todos aquellos que impliquen un intenso esfuerzo físico de los trabajadores) podría aumentar considerablemente la siniestralidad laboral como consecuencia de aumentar la edad de jubilación (evidentemente, una persona no tiene la misma capacidad física a los 50 que a los 67...).

Otra postura es plantear un modelo alternativo al ya existente, creando un sistema mixto publico-privado. Manteniendo una política de cuotas, podría retenerse un porcentaje de la misma para el sistema público, destinando parte a la sustitución paulatina del modelo actual y parte al sostenimiento de un sistema público para aquellos segmentos de población con mayor riesgo de exclusión social. El resto, estaría destinado a generar un sistema privado. Este sistema privado estaría orientado a cubrir las tres contingencias que cubre nuestro modelo actual: jubilación, a través de los planes de pensiones, sanidad, a través de seguros médicos y desempleo, a través de la creación de seguros de desempleo que cubriesen esta contingencia.

Con este sistema, cada persona podría gestionar individualmente estas coberturas, aunque todas fuesen de carácter obligatorio, disponiendo de los servicios que cada uno ha generado a través de su vida laboral, y no manteniendo un sistema que me recuerda a un episodio financiero reciente...




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