martes, 16 de junio de 2009

Preferentes, ¿duros a cuatro pesetas...?

Hemos asistido en las últimas semanas a una especie de carrera por ver qué entidad conseguía “colocar” un mayor importe de participaciones preferentes, carrera en la que, por una vez, y sin que sirva de precedente (no sea que alguien se enfade...), ha participado la CNMV para advertir a los inversores de los riesgos que toman al comprar estos instrumentos y a las entidades respecto a los métodos que practican para venderlos.

Lo cierto es que estos instrumentos, en un momento dado, pueden ser muy interesantes para diversificar riesgos en determinadas carteras, pero, sinceramente, dudo que puedan ser objeto de colocaciones masivas para el público en general. Basta con echar un pequeño vistazo al apartado Renta Fija del blog de Francisco Llinares (experto analista técnico), cuyo enlace se encuentra en este blog, para convencerse de ello. Si uno busca en el mercado, seguro que encuentra emisiones similares a las que se están vendiendo y con precios ostensiblemente inferiores al nominal de colocación inicial. En pocas palabras, las entidades venden a 5 unas emisiones similares a otras que puedes encontrar a 3.

El gran problema de esta situación es que estoy convencido de que, en muchos casos, la fuerza comercial de estas entidades están obviando elementos tan importantes como que son inversiones perpetuas, ya que sólo vencen en el caso de que la propia entidad quiera amortizarlas, que no siempre pagan el cupón, ya que sólo lo hacen en el caso de que exista beneficios, lo cual, si siguen así las cosas, podría suceder, o que sus titulares son los penúltimos en cobrar, sólo por delante de los accionistas, punto este interesante después de ver casos como Lehman, CCM o cualquiera de las múltiples intervenciones de bancos a nivel internacional.

Con este panorama, dentro de unos años podremos encontrarnos con que un elevadísimo número de inversores habrán perdido una parte importante de su patrimonio. Porque, pese al atractivo de los tipos de interés ofertados, bastante por encima de lo que puede encontrarse actualmente en el mercado de depósitos, el inversor pueden encontrarse con que la entidad amortice su emisión a un precio sensiblemente inferior al precio de colocación. Que se lo digan a algunos accionistas preferentes del Banco Sabadell...

Sinceramente, con la que está cayendo, uno puede comprender que las entidades hagan todo lo posible por mejorar su situación. Es más, es su deber. Pero esta obligación de las entidades creo que no debe practicarse a costa de una política de tierra quemada, ya que es fundamental que cualquier producto financiero sea vendido tras un análisis de su idoneidad para el cliente. Y estoy convencido de que en muchos casos, esto no ha sido así

En todo caso, no deja de rondarme una pregunta. Si estas emisiones se hubiesen colocado a grandes inversores (fondos de inversión, planes de pensiones, etc.), ¿se habrían emitido en las mismas condiciones? Particularmente, creo que no...

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